sábado, 9 de junio de 2012

UNA APROXIMACIÓN AL MUNDO MATEMÁTICO Y LITERARIO DE GUILLERMO MARTÍNEZ, EN SU NOVELA CRÍMENES IMPERCEPTIBLES.

Por:


María Eugenia Betancur Ríos
Lic en español y literatura
Facultad de Educación
Universidad del Quindio.
                                                           


La tradición literaria en Argentina configura e incorpora el entorno globalizado, por ser una literatura que hace frente   a ciertas dicotomías académicas referentes a escrituras nacionales,  al concentrar  obras que llegan del exilio.


Guillermo Martínez nacido en  Bahía  Blanca, Argentina, en 1962, es Licenciado en  matemáticas y especializado en lógica, por la  Universidad de Buenos y Aires  y,   Doctorado en  Matemáticas  por la universidad de Oxford, es heredero de la tradición de Borges, Caseres y Piglia,  además,   en sus novelas prevalecen algunos rasgos históricos de la novela policiaca, propuestas por Poe y Doyle en sus inicios, cuando  es creado el inmortal  Sherlock Holmes en su aparición literaria en 1981.

La utilización del intertexto,  la  contemplación marginal  del   extranjero,   el ideal posmoderno  del  espacio urbano;  como escenario  de vida,  con problemáticas e intereses personales y comunitarios diferentes, el entrecruce de historias que se introducen en el relato y originan un diálogo discursivo severo, la ironía de la que se sirve para entablar conjeturas, y las metáforas en las que se apoya para adornar sus ideas;   son una  constante en la literatura argentina de estos tiempos, algo que va a ser retomado por Guillermo Martínez, en su novela, Crímenes imperceptibles.

El relato policial  define  su   presencia en la novela Crímenes imperceptibles,  a partir un tono ingles clásico, y de  una  estructura dialógica, pues hay un interlocutor que sigue cautelosamente las instrucciones del investigador y hace una narración precisa, con la ayuda del procedimiento de la  analepsis, los hechos que surgen, necesitan ser aclarados desde el pasado hacia el presente, en un proceso dinámico, de extraer pistas, reunirlas y socavar en las profundidad del asunto. Al  estilo de los grandes detectives  del mundo.
Así mismo, el relato policial  ha sido ambientado en la gran ciudad, espacio vinculado con la posibilidad del anonimato y el ocultamiento de la identidad del criminal, en este caso la ciudad posmoderna  deja entrever la ciudad de Oxford, sus edificios,( el Instituto de matemáticas) , el Blenheim Palace,  sus  teatros , supermercados, los monumentos (gárgolas, cúpulas medievales ), el ómnibus (bus de dos pisos), sus puentes,  calles y sitios de diversión, el hospital Radcliffe  de siete pisos , el Court de Royal Tennis del siglo XXI en que había jugado Eduardo VII, contraponiendo el deporte del Tennis  con  sus  canchas de arena y polvo de ladrillo,   sus museos ( el Ashmolean), el pequeño café en Litle Clarendon etc.

Al autor le interesa mostrar un lenguaje artificial  y enmarañado de teorías, teoremas y principios matemáticos, físicos y geométricos, y hasta filosóficos.   Todo un juego del lenguaje a disposición de un lector que sigue su trama ficcional  y misteriosa; un resultado estético,  literario y virtuoso.
Guillermo Martínez,  pasea su obra entre  la sencillez y  la compostura que advierten  sus personajes, sujetos arrojados a las matemáticas en la aristocrática Oxford, seres sumidos bajo la obsesión de develar lo que  se encuentra oculto y que es a veces  trivial, pero que se concentra en sus mentes, y espíritu mismo.
Su obra destaca por su singularidad y por ajustarse  al modelo marginal del extranjero; hombre de otra cultura, que se instala en un territorio nuevo y que busca incesantemente la verdad, aquella que podrá descifrar  gracias a su modesta inteligencia matemática y a su tacto. Pero lo más interesante es la voz del narrador en primera persona,  aquel que va contando  y tejiendo los hechos, y es testigo del proceso de devenir que se da en la historia.

La lógica, la abducción, el razonamiento, la sospecha, la intuición,  la demostración- refutación, la visión y proyección del pensamiento, el discurso científico, el concepto de verdad y de incertidumbre, la evidencia y la hipótesis, el placer intelectual, entre otros,    son  elementos esenciales que permiten la  construcción y resolución de su  trama: crímenes en serie, que desde la óptica de la investigación  provocan en  sus receptores una ansiedad constante, instaurando el   anhelo de poder explicarse  las paradojas de la historia .

El amor,  se asoma de manera superficial, hay un  acercamiento amoroso entre  el joven matemático becado y la Enfermera  Lorna, Esa manifestación de “amor” se hace latente y fugaz. También,   se postula el amor, como el afecto que se tiene por los seres más cercanos, sobre todo se   hace paternal; al final  de la novela, se aprecia claramente la coartada que  Beth,  mediante  la cooperación de Seldom, para  no ser descubierta como la asesina del primer caso, y este a su vez, como el cómplice,  que daría  lugar al   entramado de crímenes, una secuencia que él mismo  había creado y que seguramente terminaría. Por otro lado, el autor incorpora la muerte de un angstum, una especie de marsupial, que les sirve para hacer una analogía, con el sentimiento de protección que un padre ejerce sobre sus hijos (tratamiento anecdótico  de Borges).

Por otro lado, La ciudad es el espejo de sus tradicionalismos, de la identidad que han forjado, bien sea que se sitúe en la periferia, en los suburbios o en el centro de la ciudad.  Es así,  como Martínez, acentúa su esfuerzo por impregnar en su novela, ese sentido marginal de lo deforme y  lánguido de sus personajes,  mereciendo ser mencionados:   Mrs.  Eagleton, una mujer  inválida que pasa sus últimos días de  vida, azotada por  una  enfermedad (cáncer) , El Ruso Podorov, quien caminaba  encorvado de un lado a otro,  y garabatea cada vez escribe una fórmula (2004:19),  Frank Kalman, que no era un lógico profesional, pero en suma muy perspicaz, pues era el encargado de la manipulación simbólica y de los tets de inteligencia (2004:85), Kalman está internado en uno de los bloques del hospital , donde los enfermos se distribuían por pisos de acuerdo a su gravedad, algunos eran llamados despectivamente  “sucios”, como se puede notar en la novela: “Y murmuraban sobre los sucios. Son  los que llenan su bolsa dos veces por día y ellas  tienen el trabajo adicional de cambiarlo por la tarde. No importaba cuál sea su estado real, “los sucios” no duran demasiado en la sala” (2004: 84).

Continuando con el conjunto de personajes marginales, se encuentra a continuación el hombre de barba larga, y ojos enrojecidos (2004: 95) era Ralph Johnson, el chofer del ómnibus, quien  había logrado saltar fuera antes del choque,  donde habrían muerto varios niños con síndrome de Down (2004:216), y su hija llamada a Caitlin (2004: 99), una niña desahuciada  que necesitaba con urgencia un transplante de pulmón. También,  cabe mencionar a Michael, el  prometido de  Beth, alto y corpulento, vestido con un frac arrugado, que ya no alcanzaba a cerrarle sobre el abdomen (2004:142),  además del  percusionista que tenia el incipiente mal de Parkinson (2004:147),  y por ultimo, El  mago René Lavand, del que tanto hablaba Arthur Seldom; un sujeto manco, que había perdido su brazo experimentando con la magia (2004:194).

Si bien es cierto, la historia  inicia con la muerte (aparentemente natural de una anciana) , y continúa con  dicha  temática; la obra   se encuentra fragmentada, hay una cadena de relatos que van tamizando la historia central, a la par con el recurso de intertextualidad, y que van siendo distorsionadas por  el uso de la ficción; por ejemplo,  los juegos del lenguaje de Wingestein,  el juego de la historia de Cristo y las sectas que lo rodeaban,  el perfil  y la literatura psiquiátrica  en  semejanza con el cuento del genio en la botella de las Mil y una Noches, el recuerdo de la escritora Virginia Wolf, la filosofía de Kant, la estética de la  investigación criminal ,  todo un cúmulo de discursos que alteran la historia y el orden  lineal y lógico, interponiéndose en el hilo narrativo, pero que son la insignia y la legitima erudición   de  la novela .

En este proceso  de escritura de Guillermo Martínez, la metáfora y la ironía, se recalcan con una sutileza muy fija:
“La música, es tan abstracta como la matemática, no puede distinguir categorías morales .en tanto sigas la partitura no me imagino una forma de detectarlo.-seguir la partitura… es lo que hice toda mi vida – suspiro” (2004:23).
“Entramos en silencio; nuestros pasos hicieron crujir las tablas de madera del piso. Se oía dentro, como un latido amortiguado, el vaivén sigiloso de un reloj de péndulo” (2004: 26).
“Vengo de un país al que llamaban e l granero del  mundo. No te vayas hijo. Me decía mi madre,  aquí nunca te va a faltar un pedazo de pan. Me fui, me fui, pero siempre llevo con migo esta miguita de pan” (2004:195)
Aquí, el autor se permite una valiosa crítica  con  un  trasfondo irónico, trata de decorar el lenguaje gracias a las comparaciones  de las que hace  uso,  una función  recursiva para ambientar las situaciones de  mayor significación que se desenvuelven en su historia, desde la imagen inseparable del  escritor y el matemático.
Martínez,  utiliza  el apoyo matemático  para mostrar también la inverosimilitud   de la que a veces es víctima muchos principiantes  en  el ámbito político y hasta policíaco. Además se vale de sus conjeturas para  desdibujar el mundo real que siempre está en continuo devenir,  asunto que  se desborda  en la sociedad posmoderna  cuando las criaturas humanas son limitadas  a su entorno; a la cotidianidad, y a la ciencia. Todos estos lenguajes  contraponen  la racionalidad a los cuestionamientos lógicos algo metaforizados y distorsionados por la ficción.
Tanto, la simbología matemática, la literatura, la música, la muerte, el tabaco, y la escritura, se conjugan en todo un drama, peculiaridades que cobijan al autor;    para una vez más,  dar cuenta de la estética que puede crear toda clase de  literatura.
Por lo tanto, Guillermo Martínez, intenta seducir a un lector incauto, pues, si éste soporta la lectura y se engancha en su trama, en el suspenso que emana,  irá divagando, hasta escudriñar las ideas mas ocultas que gurda la narración, igualmente   crea en el lector una relación diegética, en la que éste, pueda dar diferentes posiciones para resolver el enigma. Así mismo, resulta conveniente señalar la pertinencia con que Guillermo Martínez escribe, pues siempre va en  dirección  a los saberes que hacen parte  de su  realidad como matemático, sin  desvanecer la importancia del conocimiento que exalta.
En definitiva, la novela  crímenes imperceptibles  de Guillermo Martínez, se encuentra estructurada por capítulos, y a veces sobresalen fechas indicadas, este recurso es bien utilizado en cualquier pesquisa,  donde se hace un seguimiento exhaustivo y certero;  esa misma tensión que refleja la literatura, cuando deambula  en la búsqueda de tópicos adecuados para las historias, y sobre todo porque permite revelar al mundo todo su provecho.

BIBLIOGRAFÌA:

Carrillo, T. G. (2008)  Irrupción de la temática urbana en la literatura argentina Latinoamérica. Revista de Estudios Latinoamericanos, Núm.47, p.65-77 Universidad Nacional Autónoma de México. México.
Claudio P. Cid ( ) Las migraciones discursivas en la novela Crímenes Imperceptibles de Guillermo Martínez. Universidad Católica de Córdoba.
Martínez, G. (2004) Crímenes imperceptibles. Planeta.
Ortiz,  G. (2007).El hombre y la máquina. Universidad autónoma de occidente.      Cali. Colombia.

4 comentarios:

  1. Muy interesante el blog, muestra un lado sobrío de la literatura y documentos muy bien estructurados.
    Aunque sería pertinente cambiar la fuente de la letra, para hacer más facil la lectura.

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  2. La propuesta de un blog sobre temas como la marginalidad y la posmodernidad en la literatura nos da a conocer cuestiones sobre la vida que nos rodea y que a veces no nos detenemos pensar o a analizar.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. El mismo Martínez, en su narración muestra un esmerado interés por hablar de aquella marginalidad a la que aparentemente se a visto sometido,, pues hace énfasis en todo aquello que rodea su historia no precisamente un dechado de carencias más que una novela de detectives me parece que es un grito inminente contra aquella sociedad la cual puede llegar a ser cruel y misteriosa por eso es necesario recurrir a la matemática para resolver un enigma siempre latente,como lo es la desigualdad no importando el contexto en que se muestre.

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